Expertos han alertado en unas jornadas organizadas por la Universidad Católica de Ávila (UCAV) de que hay 134 razas autóctonas de ganado en España que están en peligro de extinción, es decir, el 84,8 por ciento.
La institución académica ha clausurado las IV Jornadas ‘La Conservación de la Naturaleza a partir del Coronavirus’ con esta ponencia, un foro que organiza en colaboración con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y que ha contado con más de150 inscritos pertenecientes a entidades como Ecologistas en Acción, Voluntarios WWF, Fundación Oxígeno, Asociación Pasajes Extremadura, de la Oficina de la Participación y el Voluntariado Ambientales, de la Fundación Caza Sostenible, Fundación Catalunya la Pedrera e incluso del Área de Sostenibilidad Ambiental del Ayuntamiento de Málaga.
El profesor de la UCAV e ingeniero agrónomo, Carlos Romero, ha hablado de la genética de la ganadería extensiva que, refiriéndose a las Razas Autóctonas de Ganado de España, tiene una gran diversidad etnológica, con una elevada rusticidad, que requieren bajas necesidades de mantenimiento, están muy adaptadas al medio y tienen caracteres de gran interés como la longevidad, fertilidad o instinto maternal.
Además, son productos de elevada calidad organoléptica a pesar de que en términos cuantitativos tienen una productividad baja. Es más, actualmente hay 134 razas autóctonas en peligro de extinción, es decir, el 84,8 por ciento, señala la institución académica.
Romero ha mostrado las ocho amenazas principales identificadas en cuanto a los recursos zoogenéticos extraídas de los informes mundiales de la FAO como el cruzamiento indiscriminado, la introducción o mal uso de razas exóticas, políticas o instituciones débiles, falta de rentabilidad o competitividad, intensificación de los sistemas de producción, enfermedades o control de enfermedades, pérdida de pastos o del entorno de producción, y escaso control de la endogamia.
Además, ha aportado una serie de razones por las que conservar los recursos zoogenéticos: porque son el resultado de un proceso secular de adaptación a un entorno geográfico, el acervo genético -aunque está pendiente todavía de ser conocido y caracterizado en su totalidad-, la variabilidad alélica que confiere adaptabilidad frente a cambios en la demanda de los consumidores, condiciones ambientales cambiantes y nuevas enfermedades; y porque son una única opción variable para generar productos de origen animal en determinadas zonas con condiciones adversas.
En este sentido, ha incidido que se deben conservar estos recursos zoogenéticos porque suponen una base genética animal de múltiples productos alimenticios con reconocida calidad organoléptica, por su labor ambiental en la conservación de paisajes tradicionales, también en la prevención de incendios o dispersión de semillas, y además, por la vinculación con prácticas y rituales culturales así como por el patrimonio histórico de las poblaciones humanas.
Al hilo de esta afirmación, algunas de las medidas que se deberían poner en marcha, tal como ha indicado Romero, pasan por la concienciación y educación de la sociedad en el conocimiento de este patrimonio genético, fomentar el consumo de productos obtenidos a partir de razas autóctonas y completar la caracterización de los recursos zoogenéticos autóctonos.
Fuente de la noticia e imagen: Tribuna Ávila